Puede que muy pocos viajeros dispongan de tres días íntegros para dedicarle a Múnich durante un viaje, pero dos jornadas deberían de ser el mínimo. Aquí una propuesta para sacarle todo el jugo a la ciudad en 48 horas.
Por Raquel Riu, filóloga, editora y guía de Bayern a medida
Aunque suene a misión imposible, en dos días tendrás tiempo para ver los monumentos más emblemáticos y acercarte a la historia y cultura de esta ciudad cargada de tradición: a continuación, te proponemos una ruta para recorrer Múnich en dos días.
Primer día:
La agenda de hoy va a ser apretada así que, después de un buen desayuno, te recomendamos que empieces la jornada pronto. Nuestro primer recorrido va ser por el centro histórico de la ciudad y Marienplatz, la plaza de María, el punto de salida. Marienplatz, antigua ubicación del mercado de la ciudad, alberga dos de los edificios más importantes de Munich: el Neues Rathaus (Nuevo Ayuntamiento), sede actual del consistorio municipal, y el Altes Rathaus (Antiguo Ayuntamiento). Presidiendo la plaza destaca la Mariensäule, una columna de mármol dedicada a la virgen y erigida en 1638 en el contexto histórico de la Guerra de los 30 años. En esta plaza, además, se produce la mayor concentración de turistas diaria: a las 11h, las 12h (y en verano también las 17h) podrás disfrutar del espectáculo de figuras y campanas del popular Carrillón del Antiguo Ayuntamiento.
Dejamos la plaza para dirigirnos hacia la iglesia de San Pedro (Alter Peter), la más antigua de Múnich y con un mirador espectacular en su torre, ¡no te pierdas las vistas!
Siguiendo por una de las arterias comerciales del centro, la Sendlinger Strasse, llegamos a uno de los tesoros de la ciudad: la pequeña iglesia Asamkirche, uno de los ejemplares más preciados del rococó alemán. Una vez visitada, retrocedemos en dirección al mercado de la ciudad, el Viktualienmarkt. Aquí merece la pena dar una vuelta, recorriendo los puestos de flores, queso, verdura y fruta. Si vienes en época de primavera-verano encontrarás el biergarten (jardín de cerveza) del centro de la plaza abierto y probablemente concurrido. A los muniqueses les encanta disfrutar de los días de sol compartiendo mesa y cerveza en el biergarten.
Continuamos dirección Hofbräuhaus am Platzl, una de las atracciones turísticas más visitadas de la ciudad. Antigua cervecería de la corte, por este local pasan anualmente casi un millón y medio de visitantes. No lo dudes y entra, te gustará ver del ambiente del local y escuchar la música tradicional si tienes la suerte de coincidir con la actuación de los músicos. En el segundo piso de la cervecería está la Festsaal, la sala de festejos tristemente relacionada con la historia del nazismo en la ciudad. Al salir de la cervecería nos encontramos muy cerca del teatro de la ópera (Nationaltheater) y en la misma plaza de Max-Joseph, el Palacio Real o Residenz. Desde la Residenzstrasse llegamos a la Odeonsplatz, en la que se encuentran la Fedlherrnhalle (Pórtico de los mariscales) y la iglesia barroca de la Theatinerkirche (San Cayetano).
Encaramos la recta final del recorrido por el centro histórico caminando por la Theatinerstrasse hasta llegar a la plaza de la catedral, la Frauenkirche. Esta iglesia gótica de tres naves merece una visita por fuera (no te pierdas las dos torres coronadas por las cúpulas más emblemáticas y símbolo de la ciudad) y por dentro. Las fotografías del estado de destrucción en que quedó la iglesia después de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial son sobrecogedoras, date unos minutos de tiempo. Cerca de la catedral se encuentra el baluarte muniqués de la Contrarreforma, la iglesia de San Miguel. Fíjate en la espectacular bóveda de cañón interior, luminosa y rica, es una iglesia renacentista con toques barrocos. En la cripta de la iglesia está enterrado el rey más popular de Baviera, Luis II.
Y hasta aquí la mañana, es hora de hacer un receso de mediodía y recuperar fuerzas.
Por la tarde te proponemos salir del centro. Puedes tomar la línea de metro U3 hasta Olympiazentrum para visitar el complejo BMW y el Parque Olímpico. A la salida del metro verás enseguida el espectacular edificio contemporáneo del BMW Welt, el Mundo BMW. La entrada al espacio abierto es gratuita y en su interior podrás admirar los últimos modelos de coches y motos de la marca. Si no eres un apasionado del motor, no te asustes, la visita es amena y muy agradable (además, hay un par de cafeterías donde podrás tomar tranquilamente un refrigerio si lo necesitas). En frente está el Museo BMW, reservado para los muy puestos en la materia y con ganas de saberlo todo sobre la empresa.
Cuando acabes la visita cruzamos el puente peatonal sobre la carretera para llegar al Olympiapark, el Parque Olímpico construido para las Olimpiadas de 1972. Si el tiempo acompaña, merece la pena dar un paseo relajado disfrutando del parque y recorriendo las instalaciones olímpicas construidas en el recinto. Si te apetecen unas buenas vistas, te sugerimos que subas a la Olympiaturm, la torre de comunicaciones con un mirador a 190 m de altura.
Si el tiempo no invita a pasear al aire libre, una buena alternativa de tarde es visitar el palacio de la Residenz. La visita con audioguía en español es amena e interesante. Ten en cuenta, sin embargo, los horarios de apertura.
Segundo día:
Como ayer, hoy te proponemos un día variado con un inicio espectacular: el SchlossNymphenburg o Palaci
Llega el momento para la pausa de mediodía antes de cambiar de barrio. En la zona de Rotkreuzplatz hay opciones para elegir dónde comer. Desde aquí cogeremos el metro para continuar la ruta de tarde.
Nos trasladamos hasta el distrito del Arte, el llamado Kunstareal. Desde la monumental Königsplatz, homenaje del rey Luís I a la antigua Roma y Grecia, iniciaremos el paseoadmirando el frontal de los Propileos, la Gliptoteca y la Colección Estatal de Arte de la Antigüedad (Staatliche Antikensammlungen). Esta majestuosa plaza fue el escenario elegido por Hitler para organizar los desfiles militares y las conmemoraciones nazis en la ciudad y resultó ser el entorno ideal para configurar el Barrio del Partido Nazi. Custodiando la plaza, se erigieron dos construcciones gemelas, dos de los pocos edificios nazis que todavía quedan en pie: el Führerbau (antiguo Edificio del Führer, hoy Academia Superior de Música y Teatro) y la Central Administrativa del NSDAP (actualmente Instituto de Cultura y Arqueología clásica). Durante los años del nazismo, se construyeron a su lado dos Templos de Honor dedicados a los 16 nazis muertos en el intento de golpe de estado de Hitler en 1923, hoy solo se conservan sus pedestales.
En 2015 aquí se inauguró el Centro de Documentación del Nacionalsocialismo, un intenso recorrido introspectivo por la memoria del nazismo en la ciudad.
Siguiendo con el paseo llegamos a la plaza Karolinenplatz (con su Obelisco en honor a las tropas bávaras que lucharon al lado de Napoleón contra Rusia) y giramos a la izquierda para tomar la calle Barer Str. Estamos en el epicentro del Distrito del Arte, con las Pinacotecas (Alte Pinakothek, Neue Pinakothek y Pinakothek der Moderne) a derecha e izquierda. Hoy vamos a seguir nuestro recorrido a pie sin deternos en ellas, sin embargo, su visita es una estupenda alternativa para los días de frío o lluvia. La próxima Schellinstrasse nos acerca hasta la Universidad y desde la Veterinärstrasse accedemos a una de las entradas al parque más grande de Munich, el Jardín Inglés o Englischer Garten. Con la llegada del buen tiempo el parque se convierte en el lugar preferido de los muniqueses para disfrutar de un rato con los amigos, hacer deporte, gozar de un paseo andando o en bicicleta, organizar un picnic en familia o buscar el sol en bañador. En la Chinesischer Turm (Torre China) os espera un espacioso biergarten donde poder tomar algo fresco y disfrutar de un merecido descanso. Si por el contrario queréis regresar dirección centro, podéis seguir paseando hasta el extremo sur del parque. A la salida se halla la Haus der Kunst, la Casa del Arte, otra de las muestras de arquitectura nazi todavía visibles en la ciudad. De camino, tropezaréis con la llamada Ola de surf, una curiosidad.
Aquí acabamos nuestra jornada, intensa y completa, por Múnich en dos días. Es inevitable que te hayan quedado cosas por ver, barrios por descubrir o exposiciones por visitar. Múnich y su entorno, Baviera, es un destino que invita a regresar.