Los números del Oktoberfest de Múnich son siempre superlativos: más de seis millones de visitantes, casi ocho millones de litros de cerveza, medio millón de raciones de pollo asado, 120 000 personas bebiendo cerveza juntas a cada instante, 900 toneladas de basura…
Son las cifras de la 182ª edición –la de 2015–, pero podrían ser las de la anterior, pues hace unos años que el festival ha visto cómo sus números se estancan. No es de extrañar, es difícil que siga creciendo, teniendo en cuenta que el recinto del Oktoberfest de Múnich es el que es –con sus 42 hectáreas– y las fechas también –dieciséis días de duración en la mayoría de las ediciones-.
Aquí van, en cualquier caso, algunas de las cuentas del mayor festival de la cerveza del mundo.
Asistentes
En 2014, el festival contó con 6,3 millones de visitantes en total. Son 100 000 menos que un año antes. La cifra de seis millones se sobrepasa con holgura desde hace un tiempo y se espera que así sea de nuevo en 2015. El récord de asistentes: 6,9 millones, en las ediciones de 2000 y 2011. Ambas fueron un par de días más largas de lo normal.
Si tenemos en cuenta que la fiesta dura dieciséis días, se estima que unas 400 000 personas pasan por el recinto cada día de festival, de media. Y unas 120 000 beben cerveza al tiempo, dada que esa es la capacidad aproximada de las dieciséis grandes carpas del recinto, las que sirven birra.
Facturación y consumo
Los datos sobre facturación los guardan, tanto los organizadores como el Ayuntamiento de Múnich, como oro en paño. Un par de cosas son sencillas de saber. Por ejemplo, que si se beben unos 7,5 a 8 millones de litros de cerveza allí dentro–esa cifra sí la proporcionan–, se facturan más de 80 millones de euros solamente en cerveza, hablando siempre de las carpas del festival. Hay que recordar que este año cada litro cuesta más de diez euros.
A todo esto, habría que sumar los más de 500 000 platos de pollo asado, los 112 bueyes y casi 50 terneras que se venden asados y en raciones, o las cientos de miles de porciones de cerdo asado: 120 000 platos de salchichas y unos 80 000 de codillo.
Quedaría por conocer el volumen de negocio de las atracciones de feria y de las decenas de pequeñas carpas y puestos ambulantes que despachan comida de todo tipo, refrescos o recuerdos del festival.
Lo que sí se conoce es el consumo de luz que genera toda la instalación en su conjunto: más de tres millones de kilovatios-hora.
Si a la facturación directa le sumamos otros negocios que afloran o incrementan su volumen durante el Oktoberfest, las cifras podrían ser escandalosamente altas. El diario local Abend Zeitung se aventura con la cifra de un millardo de euros. No es tan descabellado, si tenemos en cuenta que una habitación doble de hotel suele costar más de 200 euros por noche, durante el festival. Luego están los restaurantes, los taxis y las empresas de transporte, las actividades comerciales, las tiendas de moda tradicional bávara, las agencias de viajes…
Trabajadores
La mano de obra empleada, como todo en el Wiesn, es sencillamente de escándalo. Los datos oficiales hablan de 13 000 trabajadores en total: 8000 contratados y 5000 trabajadores por cuenta propia, a tiempo completo o parcial.
Basura
Seguramente sea uno de los puntos a mejorar. Mucha gente, mucha bebida y mucha comida. Por tanto, demasiada basura. Aunque los organizadores intentan mejorar la gestión de residuos, se siguen generando unas 950 toneladas de basura en cada edición.
“Heridos”
Es lógico pensar que hay una cuota de perjudicados, tratándose como se trata de millones de personas bebiendo millones de litros de cerveza. La gente entra al festival fresca pero después de 3, 4, 5, 6… litros consumidos en unas horas, no todos salen sanos. En 2014, el personal sanitario desplazado al Wiesn atendió a 7900 personas. Unas 600 de ellas presentaban una intoxicación etílica severa. Es decir, coma etílico. Otras muchas, heridas tras participar en alguna pelea.
Curiosidades
Curiosidades varias son, por ejemplo, la cantidad, y calidad, de los objetos perdidos, o el número de urinarios repartidos por el lugar, algo fundamental con tanta cerveza de por medio.
En 2015, hay 1500 váteres y el equivalente a un kilómetro de urinarios, si los pusiéramos todos en línea recta. Y no les falta clientela.
En cuánto a los objetos perdidos y encontrados, la lista es enorme y cada año arroja muchas anécdotas. Principalmente aparecen documentos de identidad unos mil–, prendas de ropa –unas 600– y juegos de llaves –unos 400–, pero también otros objetos impensables: ropa íntima de mujer, anillos de compromiso, entradas para ver el Bayern de Múnich, mascotas… Hace unos días apareció una silla de ruedas.
Más información y referencias:
Puedes consultar algunos de los números del festival en la web oficial de Múnich, muenchen.de